Cuando me preguntan sobre mis canciones favoritas, siempre contesto casi de carrerilla con una retahila de temas que me encantan y que forman parte de mi banda sonora particular, aquella que me acompaña cuando voy de viaje , cuando me tumbo en la cama o cuando estoy acompañado de mi gente en una buena fiesta . En esta lista siempre hay lugar para nuevas incorporaciones y casi nunca suele haber bajas. En definitiva, son aquellas canciones que ponen música a mi vida.

Pero entre todas ellas, sobresale una: Pride. Y es que este temazo de U2 (si, siempre U2) es mi canción preferida; la que nunca me canso de escuchar una y otra vez; la que me anima cuando estoy triste o me inunda de alegría cuando estoy contento y por la que pagaría el dinero que fuera para escucharla en directo.

Recuerdo la primera vez que la escuché en una vieja cinta de cassette de éxitos de U2, que hoy todavía conservo, y no me llamó demasiado la atención, era la primera del disco y  estaba eclipsada por otras canciones más conocidas como » With or Without You» o «Sunday Bloody Sunday», que eran radiadas una y otra vez por las emisoras de radio y , por lo tanto, me resultaban más familiares. Sin embargo, a medida que fuí escuchando el primer tema cada vez que ponía la cinta, algo me iba atrapando…  Así que, como si se tratara de aquella chica en la que en un primer momento no te fijas, pero después te das cuenta de que tiene ese algo y te conquista, yo me fui fijando en esta canción que poco a poco me empezo a conquistar…

Al principio, la escuchaba sin parar y la cantaba inventándome la letra para que dijera exactamente lo que yo quería (mi inglés no es muy bueno y creo que todos lo hemos hecho alguna vez, no?…). Después, con el paso del tiempo llegó Internet y supe que se trataba de un homenaje a la lucha de Martin Luther King por amor a sus ideales, aquellos por los que fue injustamente asesinado. Ya sabes «pueden quitarte la vida, pero jamas se llevarán tu orgullo».

Hoy, más de diez años después, ya no la escucho compulsivamente, mis gustos musicales se han abierto a casi cualquier género y en mi mp3 hay más de 100 canciones, pero cuando escucho «Pride» algo se mueve dentro de mí, algo que ningún otro tema ha sido capaz de remover. «Pride»es distinta, algo más que una canción. Sueño con estar presente en el  momento en el que suenen sus primeras notas en el escenario y Bono diga eso de «Its time for love…»